domingo, 21 de febrero de 2016

"Cariño, dime que me quieres","SUKITTE II NA YO"


Suki-tte ii na yo (好きっていいなよ。, Say "I love you", Di "te amo"). Basado en un manga del año 2008, de la artista Kanae Hazuki. En el 2012 surge la versión anime de este shoujo, con 13 capítulos donde nos relatan la historia romántica de los jóvenes estudiantes de preparatoria Mei Tachibana y Yamato Kurosawa. Para muchos grandes forofos del género, es una obra de referencia.

Mei es una estudiante de 16 años que debido a varios sucesos de su pasado, vive sin amigos, por la creencia que estos la traicionarán. Pasa una existencia asocial en su clase, sin hablar con nadie. Los únicos teléfonos de su agenda son los de su madre y el trabajo, al cual acude al acabar la escuela, para ayudar responsablemente a la economía familiar.

Yamato, por el contrario es amable, simpático y popular...y por supuesto el tío más guapo de la escuela. Por diferentes eventos de su pasado y familiares, simpatiza con las personas que por una u otra razón, son marginadas.

Un día, gracias a una broma que un compañero de clase le hace a Mei, esta le da una tremenda patada a Yamato, en la creencia que él estaba detrás de dicha broma, cuando simplemente le estaba recriminando a su amigo su erróneo comportamiento. A raíz de aquello, viendo su explosión de carácter, Yamato la empezará a hablar y sentirá un interés creciente por ella. 

Ella por el contrario, al principio lo considerará una molestia desconcertante. Sin embargo un día en que Mei es asediada por un acosador, no teniendo a nadie más que llamar, le pide a Yamato que la ayude. ¡Y vaya que sí lo hace! ... fingiendo que es su novio (o aprovechando que finge ... según se mire), la dirá que la quiere y la besa delante del acosador....el cual pierde el interés y se marcha.

Aquel primer beso robado revuelve todo el mundo de Mei que se empieza a cuestionar si realmente tiene sentimientos por ese desconcertante chico. Mas cuando Yamato finalmente le muestre su verdadero interés por ella, está vez no con un beso robado, sino con varios "consentidos", ella no podrá seguir negando lo que siente por él.

A partir de aquí la relación entre ambos comenzará a abrir el cerrado mundo de Mei, conociendo amigas y amigos, lidiando con aquellas que también están interesadas en Yamato y en general enfrentándose a su inexperiencia en un primer romance, plagado de inseguridades, complejos, dudas y  zancadillas, en especial por Megumi Kitagawa, una joven modelo tremendamente egocéntrica y manipuladora, que una vez que es transferida a la escuela, se encaprichara de Yamato.



Suki-tte ii na yo es una de las obras referente de la estética y guión de la comedia escolar shoujo, no porque sea la primera, siquiera original, sino porque viene a representar más que de sobra el contenido que podemos desear de una historia de este género. Da a las/los seguidores del mismo lo que buscamos, con la calidad necesaria, sus grandes dosis de romance, aderezadas con algo de drama y comedia. Teniendo en cuenta este precepto (es una shoujo escolar), y que por lo general estas historias, me suelen gustar, os comento mis impresiones acerca de la misma, entrando en culebrón mode.

Suki-tte ii na yo es una historia que se me ha antojado muy similar a una antecesora reciente de este género: Kimi ni Todoke, premiado shoujo y autentico referente del mismo. Juguemos a los parecidos razonables: 1) Una protagonista femenina con ciertas taras sociales, condenada al ostracismo, pero de buen corazón. 2) Un protagonista masculino que es la estrella en cuanto a popularidad y atractivo del instituto (pero que curiosamente no tiene novia...), que por supuesto, 3) también tiene un buen corazón y se enamora de la protagonista, cuando todos la vilipendian o ignoran. 4) Hay una apertura a un nuevo mundo de sentimientos y amistades gracias a la relación con este protagonista masculino y 5) la mediación de ciertos "trols", o chavalas que motivadas por sus celos y deseos de poseer al prota, no paran de zancadillear la relación. 6) Estas serán debidamente redimidas a través de un catártico proceso por el cual fracasan en sus planes, son perdonadas por nuestros protagonistas y finalmente arrepentidas, reorientan sus vidas, prioridades y amistades.

Una gran diferencia distingue ambas series (aparte de la estética), es que los protagonistas sí empiezan a salir en el anime (de hecho muy temprano), y es en este punto, cuando Suki-tte ii na yo me empezó a recordar vagamente a Bokura ga Ita, donde la relación romántica entre estos dos polluelos más que felicidad, parecía aportarles tristeza y frustraciones, luchando contra sus temores y complejos.
Afortunadamente, la vida tratará con más condescendencia a estos dos que a Yano y Nanami y finalmente podrán arreglarse, al tiempo que cambian a sus amigos y enemigos....y todos felices y emparejaditos.

No me malinterpretéis...pese a ser irónico con el happy ending (al cual en realidad suele aspirar casi todo shoujo), este anime me ha gustado. Sí, comparada con Nanami, Mei es algo insulsa...pero en cierto modo es igualmente encantadora y tiene su carácter. Yamato es demasiado cliché ... demasiado chico guapo y popular, pero que le interesan las raritas. No llega ni a la suela del zapato a Yano desde el punto de vista del realismo y encantó del personaje, pero aún así le saca muchas cabezas a Kazehaya....demasiado recatado y ñoño. Yamato no pierde ocasión para besar a Mei. No tarda en declararse y comenzar la relación....pero ahí se acabó todo...pues como Mei es tímida y demasiada neófita en esto de las relaciones, de sexo ni hablemos. Todo un caballero...
Pero más que la historia romántica de los dos protas, lo que me gusto de este anime es la historia de Megumi (la cual vendría a ser como Kurumi de Kimi ni Todoke), las bellas y populares rivales que quieren llevarse al chico, aún manipulado y usando a la gente, siendo finalmente rechazadas y puestas en evidencia. Ambas pasaran por su purgatorio peculiar que las hará reconsiderar acciones y madurar. No te preocupes Megumi, que si Yamato no quiere, Kai te dará todo su amor.

En cuanto a sus personajes, estos son correctos, pero a mi gusto, para nada inolvidables. A veces pecan de poner a todos y cada uno de ellos algún que otro pequeño trauma o circunstancia vital que los ha marcado de por vida, definiendo en gran manera su personalidad y motivaciones. Y oye, es verdad que el pasado marca como eres, pero a veces esto es demasiado exagerado en el anime.

Mei¿Que debe tener una heroína shoujo para hacerla atractiva en el contexto del romance escolar? Creo que debe mimetizar en la medida de lo posible la vida y problemas de sus seguidoras. Debe ser una chica "normal", pero que por alguna razón tenga una vida gris o problemática, para así mediar la fantasía de ser rescatada de la misma por un príncipe azul. Que sea hermosa o adorable, no es un requisito fundamental para una obra destinada al publico femenino. De hecho es preferible que no lo sea, tan solo "mona" o tener una "belleza oculta", para justificar al menos la atracción que sienta por ella el protagonista (aunque este en realidad esta enamorado por otras virtudes más que de su físico...). 
Nuestra protagonista en cierto modo cumple estos requisitos de forma sobrada. Pese a que se automargina, es una chica bastante normal. El hecho de que fuese una decisión propia el no intentar tener contacto social, incluso la da cierto carácter y mucho público de su edad, puede incluso coincidir con tal opinión, por lo complicado que a veces puede tornarse el mundo social, en especial cuando uno es algo introvertido. Pero aunque rehuya de ese contacto humano que normalmente le hace daño, en realidad lo ansia, por lo que su vida es totalmente gris. Así tenemos a nuestra protagonista en la casilla de salida, de su viaje a la fantasía romántica. En el anime, Mei si se llega a antojar algo tímida y recatada, como si el contacto social para ella realmente fuese un problema. Al parecer en el manga no es de esta manera, no tiene ningún problema en hablar con la gente, simplemente que por su propia voluntad decide no hacerlo, algo al uso de Nazo no Kanojo X, lo cual sin duda la dota de una personalidad más fuerte y atractiva. 
Yamato es todo un cliche de príncipe azul. Salvando su excelente doblaje, este protagonista no me ha llegado en exceso, precisamente por lo demasiado príncipe azul que me ha parecido. Reconozco que me gustan los modelos de galán shoujo que por alguna razón tiene algún tipo de problema, trauma o son algo malvados. Cuando todo es tan entregado, bondadoso o cándido...se me hace demasiado fantasioso y pierdo cierto interés. Sí vale, inicialmente parece un mujeriego y algo desvergonzado, pero enseguida nos demostrarán que no es así (aunque esto sea usado eficazmente para consternar y darle celos a Mei). Pero salvando el hecho de que le falta un pequeño hervor al no darse cuenta que hace daño a su novia al no pasar tiempo con ella, acercarse a la chavala de la que esta puede sentir celos y sumergirse en una vida glamurosa que deja al margen a Mei (con su consecuente complejo de inferioridad), en realidad Yamato no le hace nada malo, no hay malicia en él. Tan solo un novio entregado, cándido y respetuoso, que no la tocará ni una teta, más bueno que un trozo pan.
En realidad opino, que si bien el personaje no me emocionó, si hace o se comporta estratégicamente para que Mei evolucione y tenga sus buenos momentos maduración, traumas y problemas. Gracias a su amor, Mei puede demostrar su afable carácter y aprender a valorar el trato humano, pese al riesgo. Experimentará los celos, la frustración, el sentimiento de inferioridad y toda una serie de emociones y complejos sentimientos que la hacen una protagonista muy solida y creíble, con la que además empatizar y emocionarte. ¡Nice!.

Megumi Kitagawa, es la mala de la serie, esas absurdas mujeres, villanas del shoujo, que creen que pueden enamorar a quien quieran a voluntad, porque esto normalmente es así y es que su físico de modelo profesional y una carácter extrovertido la dotan de habilidades suficientes para llevarse el gato al agua (una alfa, vamos). Aparece estratégicamente a mitad de la serie, en realidad para crear un compendio de situaciones que pongan a prueba la relación de nuestros protagonistas, ahondando en los problemas, miserias e inseguridades de los amantes neófitos. A pesar de no atraer a Yamato en ningún caso (el es un devoto amante de Mei), Megumi conseguirá sembrar en Mei la sombra de la duda, inseguridad e inferioridad, no tanto por la excelente maquinación, sino sobre todo por un déficit de comunicación brutal en la pareja, que lleva a Mei a pajearse con lo peor, dando las agradables notas de drama que suelo gustar de las historias románticas.
Megumi es redimida además en la serie de una doble manera. Por un lado sus traumas y pasado explicarán su maldad ... y cuando la entendamos, simpatizaremos con ella y la perdonaremos como público. Y por otro lado, su malvado comportamiento será castigado, perdonado y redimido, como antes explique, proceso que suele también generar todo un buen compendio de situaciones emotivas y enaltecimiento de la amistad.
Asami Oikawa es esa compañera amable, del circulo de amistad de Yamato, cuya función en la serie es reforzar la confianza de Mei en la amistad. Tiene un complejo con el tema de calzar un busto enorme (y es que señores, esa es la diferencia entre una serie dirigida para hombres y otra que lo es para mujeres: las protagonistas shounen tienen grandes pechos y los ostentan con orgullo ... en los shoujos, suele ser un objeto de traumas o preocupaciones). Mei, haciendo gala de determinación y buen corazón la defiende de las burlas. También sus ánimos a Kenji Nakanishi (el bufón del grupo) en ese crucial momento, para que exprese lo que siente por Asami, llevando a ambos a comenzar su relación, será importante para que desde entonces, Asami sea una devota primera amiga.
Aiko Mutou, pudo ser la Megumi de la serie. Al principio forma parte del compendio de mujeres enojadas y celosas que no comprenden como Mei sea la elegida por Yamato. Por supuesto, contará con su correspondiente trauma y pasado. En este caso aporta un interesante punto de vista más adulto de las relaciones, pues ella si sale en la cama con su novio y reconoce haber mantenido relaciones sexuales con Yamato en el pasado (bendito balón de oxigeno entre tanto romance tan puro y casto).  Pese a expresar su animadversión por Mei, cambiará finalmente de opinión, cuando esta última la defienda, pese a creerse enemigas y sobre todo porque en el fondo es consciente que Yamato no la ama y sí a Mei. Tras este compendio catártico, Aiko pasará a ser la otra amiga que fielmente apoye a Mei en sus desdichas e inseguridades. De hecho es gracias a ella que Yamato finalmente entiende la situación por la que Mei esta pasando (torpe...¡ejem!).
Finalmente Kai Takemura y Nagi Kusosawa son personajes cuya finalidad es darle algún tipo de profundidad psicológica a Yamato. Ambos vendrían a explicar porque este es buena persona y simpatiza con aquellos que son marginados. La segunda es su hermana pequeña, el primero un antiguo compañero y amigo que fue victima de bullying y por el que Yamato se mortifica y avergüenza por haber mirado para otro lado y no haber podido ayudarle debidamente. Su retorno al instituto también pone en juego, de forma muy somera, todo otro evento clásico de un buen shoujo romántico escolar: todos los chicos guapos nos enamoramos de repente de la heroína, justo en ese momento en que la relación entre los protagonistas pasa por malos momentos, para así subirle un poco el ego a la apalizada chavala y hacer reaccionar al chico movido por los celos.
Este anime hace gala de una estética y dibujo muy fiel al manga (cosa que suele ser común) y que es un modelo a seguir en el género shoujo, que por otro lado admito que me encanta. Kanae Hazuki no es que haya creado escuela, pero si es verdad que tiene un estilo con gran tendencia al detalle que se hace querer: Chicas con rostros tiernos y muy expresivos, grandes ojazos, un buen trabajo en el detalle de los cabellos, unos labios más definidos que en el anime más moe y sobre todo unas figuras largas y estilizadas, en especial en ellos. Como un genero dirigido al público femenino, veremos galanes muy cuidados, hermosos y atractivos, por supuesto destacando en porte, altura y bellas sonrisas. Siempre correctamente vestidos y complementados. En decorados, objetos o ropas, se opta por el detalle y el cuidado, al contrario que otros animes shoujo como Bokura ga ita, aunque tampoco es un anime que vayáis a recordar por estos.

Su canción de apertura es "Friendship" y el de cierre "Slow Dance". El primero es como un inmenso pastel de crema, nata y mucho merengue con decenas de fresas como toppings ... muy dulce y romántico, pero oye, muy bonito y acorde a lo que vamos a encontrar. A mi me encanta. El último es una acertada balada con ritmos pop que tampoco deja indiferente y creo que en gran medida, como lo hacía el tema de cierre de Bokura ga ita, refuerza en incontables veces un cierto valor dramático en el final de los capítulos. El resto de su Banda sonora, pasa sin pena ni gloria. Es verdad que todos y cada uno de los momentos románticos, dramáticos o trágicos serán debidamente reforzado con su tema instrumental acorde que los potencia, pero en mi opinión pese a su corrección, ninguno de ellos merece ser rescatado como grandes canciones para mi colección particular de canciones inolvidables del anime.


¿Es Suki-tte ii na yo un buen anime? Es un shoujo entretenido. Ni el mejor, ni remotamente el peor de este genero. Así pues es una obra que recomendaría en general para un publico femenino, además joven, o a todos aquellos que en general el shoujo por una razón u otra, se ha acabado asentando en vuestra cabeza, bien porque os gusta el melodrama o su estética.
Y precisamente este anime cuenta con una estética muy adecuada, una protagonista que puede resultar cercana y emotiva para sus seguidoras femeninas y una historia que con agilidad sabe empezar con interés y darle una resolución o final, en  una historia corta (13 episodios).
Valoro con un buen 7,5 este anime. Como devoto del shoujo, es una historia que en general me ha gustado. Si bien todo queda resuelto en su final, en realidad tampoco sucede algo sorprendente o innovador, razón por la cual tampoco le otorgo una mayor puntuación.

Y me despido de todos vosotros citando algunas historias que son parecidas de una manera u otra a esta y que de gustaros alguna de ellas quizá disfrutéis con las demás: Kimi ni Todoke, Ao Haru Ride, Ookami Shoujo to Kuro Ouji, Tonari no Kaibutsu-kun, Hiyokoi y sobre todo Bokura ga Ita. (Esta última adopta un camino algo más maduro y realista de las relaciones...pero es todo un referente de melodrama escolar). También Kaichou wa Maid-sama! es una historia que os puede hacer gracia y comparte una estética muy shoujo, pero quizá un paseo más extenso por la comedia la diferencia bastante. Es más, una protagonista hermosa, atractiva y con mucho carácter, luciéndose eroticamente en ese Maid café, dan muchas recompensas adicionales en esta serie al público masculino, para llegar a considerarla shoujo.


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