EL REFERENTE DEL SHOUJO
Itazura
na Kiss (Un
beso travieso). Hablar de este anime, es hablar de un clásico del
shoujo, una obra de referencia que alcanzó unas cotas de popularidad
impresionantes (en especial en Asia), que me hacen escribir con el
respeto que solo merecen los grandes.
Estamos
hablando de una obra (el manga), ¡de 1991! (tened en
cuenta que la obra cumbre del shoujo, que tanto influyo a toda una
generación, Pretty
Soldier Sailor Moon, es
del 92). Tuvo sus adaptaciones a Doramas en varios países asiáticos,
no solo en Japón, muchísimo antes que la versión
animada, que sorprendentemente es del 2008.
La
"antigüedad de la obra" marca definitivamente muchas
cosas. Para empezar, la estética del dibujo. En cierto modo, el
anime se mantiene fiel a un estilo y diseños de dibujo del 91 y
como podéis imaginaros, acostumbrados a otro tipo de estética,
llega a ser un poco extraña y comparativamente "peor"
(aunque, por favor, echadle un ojo al manga...y dentro de lo "malo"
reconoceréis la buena labor que se hizo en el anime).
A
su vez, veréis toda una serie de standares del shoujo, el anime de
colegiales y la comedia romántica en definitiva. Pero tened en
cuenta una cosa, es este uno de los animes que hizo clásicos esos
tópicos.
Por
otro lado, como curiosidad, el anime supera al manga en desarrollo de
la historia, cosa extraña y poco habitual. Desafortunadamente tiene
una trágica explicación. El fallecimiento de su autora, dejo
interrumpido el manga. El final propuesto en el anime es original, en
teoría basado en el supuesto final que la creadora pretendía darle,
tal como se lo contó a su marido.
Itazura
na Kiss es
la historia de la relación de dos personajes: Kotoko Aihara y Naoki
Irie. En 24+1 capítulos nos narraran sus vidas desde el último año
de la preparatoria, pasando por la universidad, su matrimonio (Ups!
Sorry se me escapo), los comienzos de su vida laboral y paternidad
(ja, ja, ja spoiler again!).
Kotoko
Aihara,
es un clásico del shoujo romántico, al uso de la gran Tsukino
Usagi de Sailor Moon (Bunny en
España), es una chica alegre, divertida y risueña, algo atolondrada
y torpe. Mala estudiante, pero compensará con creces con constancia,
determinación y mucha sinceridad. La historia se narra desde su
punto de vista y constantemente estaremos escuchando sus pensamientos
y disfrutando con sus torpezas. Junto con la madre de Naoki,
protagoniza la inmensa mayoría de los momentos cómicos de la
serie y creedme cuando os digo que estos son tantos o más que los
momentos románticos y por supuesto dramáticos.
Ella
esta enamorada en secreto desde hace dos años de Naoki
Irie, y
en su tercer año de preparatoria decide declararle su amor
entregándole una carta.
Pero
Naoki, aparte de ser guapo, atlético e inteligente (en
realidad es un genio de elevado coeficiente intelectual), es frío y
despectivo y la rechaza en publico, sin siquiera dignarse en coger la
carta.
Una
desolada y humillada Kotoko, resignada a olvidarse de un amor en el
que tantas esperanzas puso y tan engañada estaba, encontrará
consuelo en sus amigos de la clase F (la clase con los peores
resultados escolares), los cuales decidirán ir a visitarla a su
nueva casa, a la que se mudan por primera vez, justo esa noche,
tras una larga construcción.
Y
como no, el Dios del Shoujo, media para crear esa peculiar situación
con la que las vidas de los protagonistas, de sus historias, cambian de
forma casi "mágica", las casualidades del shoujo....ya
sabéis, el Deus ex machina: Un
pequeño terremoto hace que la mal construida casa se venga abajo,
escapando todos por los pelos. No teniendo donde ir, el padre de
Kotoko, Shigeo Aihara, le dice que un gran amigo suyo se ha
ofrecido a alojarlos en su casa y allí pasarán una temporada,
mientras se reconstruye su casa. ¿Y
de quien os imagináis que puede ser padre el amigo de
Shigeo?....efectivamente, de Naoki Irie.
Así
pues, ambas familias comienzan una convivencia, en la que nuestra
querida Kotoko, no solo no podrá olvidarse y alejarse de su amado
Irie, sino que incluso reforzará estos sentimientos mientras es
tratada de una manera, fría, despectiva e incluso insultante por
Naoki, pues como bien le hace saber, el odia a las chicas tontas y
le molesta que una chica tan escandalosa y torpe turbe sus
rutinas. Mas
no desesperéis, que a pesar de los muchos desprecios, la
perseverante Kotoko, conseguirá abrir una brecha en el rey del
hielo, ofreciéndonos algunos momentos deres, que serán el preludio
de un progresivo acercamiento.
El
anime, nos acaba mostrando de forma más o menos lineal, el progreso
de esta relación y los diferentes momentos vitales por los que
pasan. Como no pretendo dar muchos más spoilers, no profundizare más
en ello, pero sabed que la historia, al contrario de otras comedias
románticas estudiantiles, se alarga mas allá del instituto y se
extiende hasta el comienzo de su vida adulta, abarcando una secuencia
temporal de cerca de 10 años de sus correspondientes vidas.
Itazura
na Kiss es una gran comedia romántica, que cimenta su desarrollo en
la dispar relación entre estos personajes tan distintos. El tsunderismo masculino la define, creando la suficiente tensión y
comedia como para engancharos.
Al
contrario que otras historias que te llegan a frustrar y
enervar, en la que el principal motor de los acontecimientos es
la incapacidad de revelar los sentimientos o la vergüenza, aquí
todo esta bien claro desde un principio, solo que a él, ella no le
cae bien. A su vez, ella, tan risueña y decidida, es incapaz de dejar
de amarle, a pesar de todo.
Por
supuesto que esta situación, puede ser llevada a la practica durante
una serie limitada de capítulos, mas algo tiene que pasar para que
nos siga enganchando y no creamos que semejante protagonista es
profundamente retrasada. Justo en el momento que tras muchas hostias,
Kotoko decida finalmente resignarse por dos veces (tonta del todo no
es), ahí estará Irie-kun, para demostrarla cuan importante es ella
para él. Una, la primera, el beso en la puerta del restaurante donde
celebran su graduación del instituto (Beso, en mi opinión, que da
nombre a la serie) y la segunda, el conjunto de acontecimientos que siguen tras la propuesta matrimonial de Kinnosuke Nakamura a
Kotoko.
La
genialidad y al mismo tiempo maldad de esta serie es que a pesar del
acercamiento romántico, Irie seguirá tratando de forma muy
despectiva a Kotoko, a lo largo de toda la serie, solo percibiéndose
una relación mas tierna prácticamente al final de la misma, gracias
al misterio de nuevo, del poder de los celos.
Genial
porque en definitiva Irie es como es. Suponer que Kotoko lo va
a cambiar de la noche a la mañana seria insultar a nuestra
inteligencia. Mal porque la dinámica de su relación es
prácticamente la misma tooooda la serie y puede hacerse un poco
cargante, en especial cuando veamos algunos comportamientos muy
despectivos, que provocaría que cualquier chavala "normal"
a la que se lo hicieses 1) te gritara y/o agrediese y 2) te dejara en
el acto.
Una
de las criticas más extendidas a esta obra, principalmente se basa
en es marcado carácter de ambos personajes; ella tan "arrastrada"
y sumisa...mendigando su amor y él tan frio y poco sensible. Simple
y sencillamente eso hace que a mucha gente les caigan mal ambos, en
especial él, o hace que huela a machismo encubierto, y ya
sabéis que mala prensa tiene esto. Como hombre, esta feo que opine
de machismo (ironia, ironia) y en cuanto a los personajes soy de
la opinión que tu antipatía por alguno de ellos no debe convertirlo
directamente en un mal personaje o una mala serie. De hecho, esta
forma de ser tan peculiar de ambos, son en realidad la base de todo
el interés de la serie, un conflicto no resuelto que solo
puede acabar de dos maneras, como cualquiera que ha pasado por
un trago similar bien sabrá. (O cambias y te vuelves más atento con
esa chica que siempre lo ha dado todo y tú no, o ella te dejara).
Que viene siendo, más menos lo que sucede al final de la serie
(¿cual de las dos? ved la serie, coño....).
Por último, me gusta la manera en la que esta serie combina un contenido shoujo, con otro más josei, esto es, más adulto y no tan "escolar", gracias a los derroteros por el slice of life en el que el seguimiento de sus vidas narra acontecimientos más propios de jovenes adultos que adolescentes.
Personajes. Mucho
hemos hablado ya de este tema, pues como os comento, siendo una serie
que basa su historia en la relación de dos de ellos, no es de
extrañar que los dos protagonistas sean desarrollados con mimo y
cuidado.
Kotoko,
a veces te podrá parecer carente de algún tipo de amor propio,
pero a mi entender es una de las pocas protagonistas de este tipo
(como Erika Shinojara, o Futaba Yoshioka....) en que la serie
nos da suficientes razones para ser de esta manera de una forma
coherente. Su gran sentido del humor, su positividad y las
minirecompensas que de cuando en cuando le da Irie-kun, para mi son
mas que suficientes. Pero hay más. Poneos en su pellejo, él es el
chico guapo, apuesto, con clase e inteligencia. Siempre
resuelto y eficaz....y encima de buena familia. ¿Que tiene un
problemilla de carácter? ¿a quien coño le importa?, para una
atolondrada soñadora con una gran determinación como esta chica, no
me extraña que tuviese en un pedestal a este chaval.
Kotoko
es ante todo nuestra heroína dramática y sobre todo cómica. Es muy
torpe y siempre está metiendo la pata, se las apaña constantemente
para ponerse en evidencia, bien por su ignorancia, falta de
habilidades o simple mala suerte.....y a pesar de ello siempre se lo
toma con buen humor y alegría. No Simpatizar con ella es muy
difícil.
Irie, es un prepotente, justificado o no, es lo mismo. Encuentra
finalmente agradable que esa ruidosa molestia este turbando su forma
de vida. Incluso llegará, a su modo, a admirar a Kotoko, pues
siempre es decidida y perseverante, cosa que él, sin metas o
ambiciones, carece. No obstante, puesto que se cree (y es) superior
en muchos sentidos a Kotoko, la desprecia con frecuencia, incluso el
comportamiento atolondrado frecuente de ella le irrita
profundamente. Irie es la principal fuente de antagonismo y polémica
de este anime, como podréis imaginaros, cuando un príncipe azul se
vuelve rana. A mi, sinceramente, salvo por su aspecto de Kent de
Barbie, me agrada bastante y en cierto modo, empatizo con su
desafortunada forma de ser en el amor. Muy realista para mi gusto y
propia experiencia.
Bueno,
miento, su doblaje tampoco me gustó, no porque este fuese malo,
simplemente porque la voz del seiyu no fue de mi agrado.
Pero
a parte de los personajes principales, en Itazura na kiss encontramos
un surtido conjunto de secundarios, mas o menos acertados, mas o menos
relevantes.
Kin-chan,
compañero de la clase F de Kotoko, si bien en un principio es usado
como un bufón tendrá especial relevancia posterior en varios
momentos de la serie, siendo uno de ellos fundamental: su declaración
y propuesta de matrimonio a Kotoko. Kin-chan llega a lanzar un
mensaje amargo en la serie, tan realista como la vida misma...no
basta con que seas devoto, cariñoso y sincero....la chica de la que
estas enamorado siempre preferirá al tío guay, a pesar de ser
gilipollas.
Su
historia poco creíble con Christina, (¿una britanica de buena
familia enamorándose de un aprendiz de cocinero japones, de una
forma tan casual....por una charla en el comedor de la universidad?),
al principio se me antojo una caprichosa manera de intentar edulcorar
esa verdad. "No has conseguido a la chica de tus sueños
Kin-chan, pero no te preocupes, que no la has perdido porque eres
como eres, un don nadie, pues te vamos a poner loca por ti una
chavala que vale 10 veces mas, así que esto no va de clases, solo de
amor".
Poco
a poco no obstante la relación entre ambos me agrado mucho y en
especial el papel de consejero que Kin-chan acaba teniendo para
Irie-kun, dulce ironía, en la que el sabelotodo es asesorado por el
don nadie.
Otros
personajes muy carismáticos y queridos serán las compañeras
enfermeras de Kotoko, en especial Moto-chan y
por supuesto Keita, personaje de especial relevancia, que
hace plantearse su relación a Kotoko y sobre todo a Irie, el cual
reacciona y empezará a tratar como una persona normal a su esposa.
También
encontraremos personajes muy absurdos y despreciables. ¿Que son esos
personajes femeninos que arriban intentando llevarse el gato al agua
pasando por encima de la pobre Kotoko? y con ello me refiero a
Horiuchi Mari...¿es que no pudieron inventarse algo más interesante
para contarnos en su luna de miel?. Incluso Yuuko Matsumoto, rozó este extremo, aunque finalmente se convertiría en uno de esos
personajes rival, pero nobles.
En
lo tocante a la animación, no encontramos un punto
fuerte en este anime. Insisto que se basa en un manga del 91 y su
estilo de personajes y dibujo en general no tenían nada que ver con
lo que hoy en día estamos acostumbrados. El anime sale el 2008 y
pese a tener disponibles los recursos que en aquel entonces no se
tenían, el dibujo y estilo es fiel al manga.
Ya
os comente el aspecto a Kent de Irie, pero veréis otros casos de
personajes aberrantes, como puede ser el mismo Kin-chan, la amiga de
Kotoko, Jinko, el padre de Irie, la versión niño pequeño del
hermano de Irie y un larguiiiiismo etc de personajes que madre
mia....
Apenas
Kotoko se salva y tampoco de forma expléndida. No obstante, la
adaptación es mas que satisfactoria...por favor, insisto, leed el
manga y fliparéis con la sencillez y a veces "dejadez" de
su dibujo. (Algo por otro lado totalmente normal en el manga, en la que la rapidez y sencillez a veces es una exigencia de los plazos).
Pero
no solo los diseños de personajes son muchas veces un fail. Los
animales (los perros) madre mía que mal dibujados...y del doblaje
que me contáis...un humano doblando al perro...pero que
escandalosamente cutre. La misma Kotoko, Dios mio, que mal le sienta
el embarazo, ya se que es algo natural, pero que esta poquita cosa se
nos ponga como la pintan es brutalmente enorme y muchas veces
desproporcionada.
Es
ese estilo de dibujo,que según el plano en que se vea el rostro del
personaje, os gustara u os parecerá mal hecho, llegando incluso a
parecerte personajes que podrías decir diferentes según dicho
plano.
En
cuanto a su Bso, tampoco es otro de los aspectos que más
destacaría de la serie. Su opening es hermoso, alegre y fresco y su
2º ending (Jikan yo Tomare) es una combinación muy acertada de
balada y funky. Del resto de la Bso confieso que no he escuchado
mucho y tampoco me resalto mucho según veía la seria, con la
salvedad de algún tema dramático-romántico, del cual estoy en
busca y captura.
Me
gustaría concluir recomendádoos este gran icono de la animación,
especialmente del shoujo. Es cierto que si la vemos desde nuestra
perspectiva actual es una más de las muchas historias románticas, y
no es especialmente mejor que muchas obras que la siguieron. Pero
pongámosla en su contexto. Itazura na Kiss sería al shoujo lo que
Dragon Ball pudo ser al Shounen, salvando las muchas diferencias.
Sobre todo una y fundamental. Si Itazura na Kiss no fue más popular
aun llegando a alcanzar a Dragon Ball, Sailor Moon o Caballeros del
Zodiaco, como series que marcaron una época, fue a mi juicio por no
disponer de una versión animada coetánea que llegara a todos los
públicos, cuando disfrutaba de su máxima popularidad. Sinceramente
no alcanzo a entender porque tendría que esperar 17 años para tener
dicha versión animada.
En
lo tocante a mi experiencia viendo el anime desde la perspectiva del
2015, esta fue ambivalente. Reconozco que los primeros capítulos me
atraparon en el acto, la comedia y las situaciones me hicieron
simpatizar con Kotoko instantaneamente y disfrute con entusiasmo su
locuras, emocionándome cuando tocaba un ratito de sufrimiento.
Disfrute los episodios de la graduación, la declaración de Kin-chan
y la reacción de Irie.
Pero
a partir de ahí todo fue más o menos en picado. El casamiento metido
a cucharón, la absurda luna de miel, la persistente actitud de Irie
pese a convivir en matrimonio.....aaaar!
Afortunadamente,
los sucesos en la escuela de enfermería, tanto los nuevos amigos
como los sucesos dramáticos relacionados con Keita y ese maravilloso
episodio del juramento, me hicieron recuperar la fe en la serie.
Siendo
este una de las grandes ballenas blancas del anime, debo rehusar
puntuarla. Por supuesto que su formato corto y una leve labor de
abstracción histórica me lo permitirían, pero el respeto que
merece este clásico solo me inspira a recomendaros activamente que
no os lo perdáis. Itazura na Kiss junto con otros iconos clásicos
de la animación vendrían a ser esos contenidos troncales de una
asignatura llamada Anime. Entendiendo estas obras tendremos una
perspectiva más adecuada de lo que fue y es ahora la animación
Japonesa Moderna.
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